El riesgo cibernético y su aseguramiento se considera hoy uno de los principales desafíos para la industria aseguradora, especialmente tras el incremento de los ciberataques y los fallos en los sistemas de seguridad.

Las consecuencias de estos incidentes pueden ser especialmente graves, tanto para las empresas como para las aseguradoras, si no se implementan adecuadas medidas preventivas y de cumplimiento normativo. En este sentido, adquiere especial relevancia el Reglamento DORA, que establece obligaciones en materia de ciberseguridad.

Asimismo, resulta fundamental abordar la suscripción del riesgo y la adecuada definición de las coberturas en las distintas pólizas disponibles en el mercado, a fin de dar una respuesta eficaz a este tipo de amenazas.

Un claro ejemplo de esta problemática lo constituye el reciente caos producido por Crowdstrike-Microsoft, que ha puesto de relieve la magnitud y alcance de los riesgos cibernéticos.